José Luis Rodríguez, responsable de Comunicación del Colegio Internacional Kolbe. ¿Qué te cuentas?

José Luis Rodríguez Torrego es licenciado en Comunicación, diplomado en Publicidad y máster en Profesorado. Tras una carrera en agencias de publicidad como director creativo, se incorporó al Colegio Internacional Kolbe, donde desde 2021 es responsable de Comunicación. Su labor abarca la relación con familias, la comunicación interna y externa, la organización de eventos y el proceso de admisión, además de mantener el vínculo con los antiguos alumnos. Su objetivo: dar visibilidad al trabajo de docentes y personal del colegio, reflejando su identidad y valores.

Tu labor en comunicación y marketing no se desarrolla dentro del aula, pero, de algún modo, también educas. ¿Cómo crees que tu trabajo contribuye a la formación de los alumnos y a la educación de las familias?

En mi caso, es más inmediato porque, además de desarrollar el trabajo de comunicación, doy clase en Bachillerato, pero veo que la vocación educativa del Kolbe está impresa en todo el personal no docente del Colegio, que está fuertemente alineado con nuestro proyecto educativo y que es muy consciente de la responsabilidad que señalas.

José Luis Rodríguez, responsable de Comunicación y Marketing del Colegio Internacional Kolbe.

Sabemos que todo lo que se hace en el Colegio (el comedor, la logística, la limpieza, la administración, la comunicación, etc.) es una ocasión educativa. También las relaciones entre los trabajadores, docentes o no. Entre nosotros hay siempre un gusto por aprender, por mejorar, y realmente nos ayudamos en el camino; en este sentido, es de gran ayuda contar con un equipo consolidado y unido. Inevitablemente, esta pasión por educar se refleja también en la manera de comunicar.

Y esta vocación incluye a las familias, un ámbito cada vez más necesitado de acompañamiento. Con los alumnos, a efectos prácticos, se generan sinergias interesantes, porque a menudo les pedimos ayuda para contar la vida que hacen en el Kolbe, intentando que siempre sea una ocasión más para contribuir a su camino formativo.

En un colegio, todo comunica: desde la forma en que se atiende a una familia interesada hasta el tono de una circular o el diseño de un cartel. En un contexto donde la comunicación es cada vez más rápida y digital, ¿Cómo gestionas la comunicación para que refuerce los valores educativos del Colegio Kolbe y ayude a construir comunidad? ¿Qué estrategias se pueden seguir para posicionar al Colegio en el ecosistema educativo? 

Vivimos en la época que nos ha tocado vivir, y que tiene cosas estupendas, pero en la que muchas veces reaccionamos de forma instintiva a lo que sucede. Como dices, lo importante es comunicar lo que es nuestro Colegio, y hacerlo de cierta manera, donde forma y fondo coincidan.

Por eso, cuidamos el planteamiento de cada pieza comunicativa antes de su difusión, de cada post, reel, circular o contenido de la web, no anteponiendo impulsos o modas a nuestras señas de identidad. Creemos que el mejor posicionamiento del Kolbe se consigue reflejando dichas señas de identidad a través del relato de la vida cotidiana del Colegio.

"La situación de baja natalidad implica un desajuste entre oferta y demanda, y necesariamente una mayor competencia entre los centros en la captación".

Este año el proceso de escolarización para el curso 2025-2026 se ha adelantado más de un mes, comenzando el 12 de marzo ¿Cómo ha afectado este cambio al trabajo de comunicación y marketing en el Colegio Kolbe?

Tenemos la sensación de que nos ha pillado un poco el toro, porque ya llevábamos cierto retraso en la ejecución de la campaña de admisiones. Nada grave, pero nos ha obligado a pisar el acelerador para adaptar contenidos y programar mensajes.

La captación de nuevos alumnos es una parte clave de tu trabajo. En un contexto de baja natalidad, de incertidumbre y de sociedad líquida, ¿cómo logras captar la atención y transmitir los valores y la esencia del Colegio Kolbe? 

No veo otro camino que la sinceridad. Tienes que comunicar lo que eres, no lo que te gustaría ser o lo que crees que puede gustar más a las familias. Por eso, al proponer el Colegio a una nueva familia, lo importante es lo previo, lo que ya hay, el proyecto educativo y la comunidad educativa que se ha construido con los años. Y es importante no tener miedo a que esto genere mensajes distintos a los del resto, incluso más complejos y aparentemente menos eficaces: a la larga, estarás dirigiéndote al que es realmente tu público objetivo.

Además, intentamos transmitir certezas: certezas reales, que hemos verificado como adultos y educadores. Esto es una ayuda objetiva, un punto firme para tantas familias que, como todos, buscan el bien de sus hijos, con errores y aciertos.

"La Educación debería ser uno de esos temas donde los partidos deberían intentar un acercamiento pragmático".

Desde tu experiencia como publicista y comunicador en un centro educativo, ¿cuáles son los principales retos y oportunidades que ves en la comunicación y el marketing educativo actual? 

Es un momento apasionante, de grandes cambios. La situación de baja natalidad que describías antes implica un desajuste entre oferta y demanda, y necesariamente una mayor competencia entre los centros en la captación. En este sentido, creo que el posicionamiento de cada centro se irá haciendo más preciso, ahondando en el concepto de "nicho". Esta progresiva "especialización" presenta algunos problemas, pero también tiene aspectos muy atractivos: en definitiva, la diferenciación es algo positivo, al permitir que las familias opten por un centro con características determinadas.

¿Si pudieras pedir algo a “los que mandan” en educación, qué les dirías para que la escuela y la sociedad mejore? 

En la última década, la escuela y el profesorado se han visto sometidos a un zarandeo constante: cambios radicales en la ley y en las programaciones, aumento de la burocracia, una pandemia, familias que reclaman dispositivos digitales y que un lustro después exigen a los centros su retirada, la irrupción de la IA, con sus oportunidades y amenazas, etc.

El enfoque competencial que recogen los últimos cambios legislativos está muy cuestionado; no ideológicamente, sino por los resultados empíricos en los países donde lleva implantado más tiempo. Es como si Occidente estuviera culminando una fase de experimentación pedagógica cuyas expectativas no se están cumpliendo. La Educación debería ser uno de esos temas donde los partidos deberían intentar un acercamiento pragmático, aunque partan de lógicas discrepancias ideológicas, que deberían servir para enriquecer el debate. Hay que ver qué funciona y qué no, pero para eso es inevitable partir de un mínimo consenso sobre el perfil del alumno.

En el Kolbe, apostamos por educar la razón y la libertad, porque sabemos que es lo esencial para que una persona pueda ser lo que está llamada a ser. Y añado que es fundamental preservar la libertad de educación. Hay que mejorar el modelo de concierto –que ha funcionado extraordinariamente bien durante décadas, a pesar de lo que opinan muchos –sin dejar de mejorar la calidad de la escuela pública. Creo sinceramente que, cuando hay verdadera vocación educativa, es posible entenderse entre personas con sensibilidades muy distintas.