Durante los días 20, 21 y 22 de octubre, junto con más de una treintena de directivo de colegio de Madrid, hemos estado en el 44º Congreso de CECE, en Bilbao, que se celebró bajo el lema “La Educación, un pacto necesario”, siendo este el contenido principal de debate: un pacto nacional que dé solución a los graves problemas del sistema educativo, patentes en las evaluaciones internacionales, y con la presencia de los principales agentes sociales y fuerzas políticas.
Los resultados españoles según el informe PISA y los índices de fracaso y abandono educativo temprano nos sitúan a la cola de Europa, temas, junto con la adecuada interpretación de las evaluaciones internacionales, la Formación Profesional y el marketing educativo, que han sido debatidos por expertos en la materia.
Además, una de las mesas redondas abordó el acoso escolar o bullying bajo el título “Por una seguridad y convivencia escolar óptima”, que dio para analizar el origen del problema, las medidas que es preciso aplicar en cada centro y qué pueden hacer las familias, en una tertulia en la que entre otros expertos, participo nuestro Asesor jurídico en CECE-Madrid, Juan Chávarri, destacando las principales causas de la problemática actual y las distintas soluciones jurídicas que deberían aplicarse para su solución, no tanto en lo centro únicamente, sino en la sociedad en general.
Como siempre tuvimos la oportunidad de compartir experiencia y conocernos entre los asistentes que conformábamos el grupo madrileño y además entre otro muchos que acudieron desde las distintas regiones que conforman el territorio español.
Entre las conclusiones a las que se llegaron en la mesa destacan que el acoso escolar debe abordarse desde una óptica multidisciplinar que implique a toda la sociedad y que la prevención pasa por la Educación en Valores.
Otras de las conclusiones del congreso en torno a las mejoras que debería contemplar el pacto fueron:
La lucha contra el abandono escolar como prioridad.
El impulso en la escolarización en la etapa 0-3.
Evaluaciones que ayuden a cerrar brechas entre alumnos.
El impulso de la FP Dual y la mejora de los niveles de cualificación profesional.
Preparación para la vida personal y profesional, así como para afrontar los cambios tecnológicos.
La beneficiosa coexistencia de las redes pública, privada y concertada.