Alejandro Prados, presidente del Club Deportivo Vallmont. ¿Qué te cuentas?
- Comunicación
- 8 abr
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Alejandro Prados Díaz es profesor de Educación Física, monitor de natación, entrenador de fútbol Nivel III en el Colegio Vallmont. En la actualidad comparte el aula y sus clases de Educación Física con la coordinación y la presidencia del Club Deportivo Vallmont.

El deporte en la escuela va mucho más allá de la actividad física. ¿Qué valores crees que se aprenden en un equipo o en una piscina que son difíciles de enseñar en un aula?
El deporte permite enseñar valores que no solo se explican, sino que se viven en primera persona. A través del trabajo en equipo, los alumnos aprenden el compromiso y la cooperación de forma real, sintiendo que su esfuerzo impacta en los demás. La gestión de la victoria y la derrota les ayuda a desarrollar resiliencia y a manejar la frustración, habilidades esenciales para la vida, haciéndoles que se enfrenten a emociones que no pueden evitar.
Además, la disciplina y el respeto a las normas se experimentan de manera tangible en cada parte de la sesión, entrenamiento o competición, convirtiendo estos aprendizajes en parte de su propia experiencia y crecimiento.
Muchas veces pensamos que la educación solo ocurre en las aulas, pero en realidad educamos todos, todo el tiempo. ¿Qué papel crees que juegan el deporte y las actividades extraescolares en la formación de un alumno más allá del currículo académico?
Los deportes y las actividades extraescolares del Club Deportivo Vallmont son una extensión de la educación que se imparte en el Colegio Vallmont, complementan el aprendizaje académico con experiencias que moldean el carácter y las habilidades sociales de nuestros alumnos. A través de ellas, los estudiantes desarrollan valores como la responsabilidad, el esfuerzo y el trabajo en equipo, aspectos difíciles de enseñar solo desde un libro.
Además, estos espacios les permiten descubrir sus talentos, fortalecer su autoestima y aprender a gestionar la frustración y la superación personal. En definitiva, educamos en todo momento, y el deporte y las extraescolares son el escenario perfecto para formar personas íntegras, preparadas para la vida más allá del aula.

Las familias también forman parte de este ecosistema educativo. ¿Cómo influye su implicación en el desarrollo de los alumnos?
Por todos es sabido que las familias son clave en el desarrollo de los alumnos. En la familia se refuerzan los valores y aprendizajes que se trabajan tanto en el aula como en el deporte y las actividades extraescolares. Cuando las familias apoyan y participan activamente, los niños sienten mayor seguridad, compromiso y motivación. Además, es importante tener en cuenta que la comunicación entre escuela, entrenadores y familias permite crear un entorno cohesionado donde el alumno percibe coherencia en su educación.
En definitiva, cuando familia y escuela caminan juntas, el impacto en el crecimiento personal y académico de los alumnos es mucho más profundo y significativo.
Si pudieras decirle algo a “los que mandan” (las autoridades públicas), ¿qué les dirías que hace falta para que el sistema educativo mejore?
Les diría que el aprendizaje se hace en movimiento, que la educación necesita ir más allá de las aulas. Los alumnos deben tener más oportunidades de moverse, explorar y experimentar aparte de los libros, porque es así como interiorizan valores esenciales como el esfuerzo, la resiliencia y el trabajo en equipo. Además, necesitamos fomentar conexiones sinceras entre docentes, familias y alumnos, y ofrecer ejemplos en la sociedad que inspiren y motiven.
Además, les comentaría que el papel docente es muy importante, ya que son ellos quienes guían, motivan y educan a los ciudadanos del futuro, y su esfuerzo debe valorarse no solo con palabras, sino con condiciones laborales y económicas acordes a la enorme responsabilidad que asumen. Si queremos una sociedad mejor, debemos cuidar a quienes la construyen desde la base: maestros, profesores, monitores y entrenadores.
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